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¡Hola, manitas! Y felices fiestas, que aquí en Zaragoza andamos en pilares, y no quería dejar pasar la oportunidad de felicitar a mis lectores estas fechas señaladas en las que nos ponemos el cachirulo y las calles se llenan de gente.

A más de uno en estos días le cuesta madrugar más de lo normal, así que hoy aprovecharé para hablaros de persianas. Ese artículo indispensable cuando no queremos que entre la luz exterior. En la entrada de hoy os enseño a cambiar una persiana paso por paso.

En primer lugar, veamos los materiales que nos harán falta:

  • Correa de persiana nueva o sin desperfectos
  • Destornillador, si tienes uno eléctrico, te será más fácil, pero puedes usar uno cualquiera
  • Sargentas
  • Tijeras

Es fundamental para hacer este trabajo que comprendas bien cuál es el funcionamiento de una persiana: las persianas funcionan exactamente igual que las poleas. Tenemos dos recogedores para conseguir una mayor sujeción: el superior, que normalmente no vemos porque está escondido en la caja o tambor de la persiana, y el inferior, que está visible y a la altura de las manos para utilizar la persiana con facilidad. Entre uno y el otro encontramos la correa de la persiana, que es lo que nos va a permitir subirla o bajarla, ya que los recogedores están conectados con ella y cuando giran, las lamas de la persiana suben o bajan.

Paso 1

Tienes que cerciorarte de que la cinta esté completamente desenrollada y después, abrir la caja de la persiana. Para ello subimos la persiana al máximo y la sujetamos con las sargentas, para que queden fijas a la altura que queramos. Ahora, con la persiana sujeta, ya podemos abrir la caja, según el tipo de tambor o caja que tengas necesitarás un destornillador, aunque en ocasiones está encajada y puedes retirarla haciendo presión.

Paso 2

Una vez abierta, retiramos la cinta del recogedor superior. Quizá encuentres que se ha hecho algún nudo, pero como hemos subido la persiana al máximo, la distancia a recorrer será la mínima y nos resultará más sencillo poder sacarla.

Paso 3

Colocamos la nueva correa de la persiana. Ten cuidado de anudarla bien y enrollarla al recogedor. Es aconsejable darle unas cuantas vueltas para tener más margen de maniobra. Ahora, introduce la nueva correa de la persiana por la ranura de la caja, para darle salida. Y cierra otra vez la caja, sin olvidarte de atornillarla bien en caso de que lleve tornillos.

Paso 4

El siguiente paso es enredar la correa de la persiana en el recogedor superior, siempre con mucho cuidado y atención para que quede bien sujeta la cinta. Ahora ya podemos soltar las sargentas y bajar la persiana despacio hasta abajo, para que se vaya enredando paulatinamente.

Paso 5

Enredamos la correa de la persiana en el recogedor inferior. Lo desatornillamos en primer lugar, luego lo retiramos de la pared y quitamos la correa vieja para colocar la nueva. Hacemos un agujero usando unas tijeras. Te recomiendo que lo hagas cerca del extremo de la nueva correa para introducirla en el gancho del recogedor y que, de esta manera, se quede fija. Dentro del recogedor, encontrarás un resorte que tiene que estar en tensión para poder recoger la cinta.

Paso 6

Ahora, ya tenemos colocada la correa y nos falta devolver el recogedor inferior a su lugar en la pared, fijarlo y habremos arreglado nuestra persiana, por lo que podemos subirla y bajarla libremente.

¡Buen trabajo, manitas! En Leo Manitas, somos especialistas en la instalación y reparación de persianas, y podéis contactarnos si necesitáis cualquier trabajo de este tipo, o para encontrar asesoramiento al elegir la persiana más adecuada en tu casa o tu oficina. Me tenéis disponible en el formulario de contacto y en mi página de Facebook.

No olvidéis de compartir este contenido para que vuestros amigos y familiares también puedan bajar sus persianas en estos días de tanta celebración.

¡Hasta pronto, Manitas!

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