¡Hola, Manitas!
Ya estamos en la recta final de julio y hoy os adelanto que no habrá actualizaciones del blog durante el mes de agosto porque nos tomaremos un pequeño descanso en vuestro espacio digital favorito.
Una de las cosas más importantes para el buen manitas es su caja de herramientas, por eso os sugiero que durante estos meses de menos actividad, dediquéis un ratito a ordenarla y tenerlo todo a punto para la vuelta de vacaciones, ¿qué os parece? Veamos algunos consejos muy sencillos que harán vuestros trabajos manuales más eficientes, con muy poquito esfuerzo.
Es fácil que la caja de herramientas se convierta en un agujero de residuos y desperdicios de trabajos anteriores si no somos cuidadosos. Yo personalmente, no puedo trabajar con las herramientas desordenadas, pero no es sólo una cuestión de eficiencia o estética. Procurar que nuestra caja esté en buen estado aumentará la vida útil de las herramientas, pues los restos de pintura o barniz, el polvo y los productos químicos son grandes enemigos de nuestras herramientas de trabajo.
1. El taller
Mi primer consejo, aunque me he referido todo el tiempo a la caja de herramientas, es que metamos los utensilios en una caja, solo si es necesario hacerlo. Es mucho mejor tener un espacio en un taller o habitación y distribuir las herramientas colgadas en clavos o alcayatas en una buena pared o panel. Así impediremos que choquen unas con otras, lo que provoca que se desgasten y estropeen por los golpes. Y, por otro lado, podremos localizar lo que estamos buscando con una sola ojeada.
2. Las sierras
Sin embargo, no todos tenemos en casa espacio para un taller o una habitación para dedicar a los trabajos manuales, si no nos queda más remedio y guardamos nuestras herramientas habitualmente en una caja, hay que tener cuidado especial con aquellas que tienen alguna parte en sierra, es recomendable proteger con vainas de goma los dientes de este artículo concreto, tanto para que no se desafile y deje de servirnos como sierra, como para que no arañe el resto de herramientas, provocándoles desperfectos.
3. Los Pinceles y las brochas
Supongamos entonces que la mayoría de nosotros lo que tenemos en casa es una caja de herramientas y no un taller. Si guardamos en ella también las brochas y pinceles es muy importante saber que necesitan una limpieza profunda siempre después de su uso, y posteriormente secarse bien al aire antes de volver a meterlos en nuestra caja. Como alternativa puedes reutilizar cualquier bote de cristal desechado de otra labor para guardar pinceles y brochas cerrados herméticamente, pero en ambos casos, tanto en la caja como en el bote, deberás limpiarlos y secarlos bien para evitar que los restos químicos los corrompan o que la humedad los arruine para usos posteriores.
4. Las herramientas grandes
Aunque no tengamos un taller, las herramientas de gran tamaño están mejor fuera de la caja que ocupando un gran espacio del interior, pues muy frecuentemente no nos dejan cerrar la caja totalmente, y esto hará que aumenten la cantidad de polvo y humedades en el interior de nuestra caja de herramientas, provocando desperfectos en el resto de utensilios. Gatos, sierras, taladros, etc. son algunos de los ejemplares que normalmente tienen su propio embalaje y es recomendable mantener en él para dejar hueco en la caja a utensilios de menor tamaño.
5. Las herramientas pequeñas
Por lógica pura, las más pequeñas como tornillos, tuercas, tacos y clavos, sí las encontraremos dentro de la caja pero, mucho cuidado, si las dejamos sueltas podemos pincharnos cuando buscamos algo en la caja y además nos será muy difícil saber qué tenemos y qué no de una vez para otra. Recomiendo invertir algo de tiempo en clasificarlas por tamaños o tipos e introducirlas en pequeñas bolsas o cajitas rotuladas con las que rellenaremos los espacios vacíos que queden en nuestra caja, evitaremos posibles daños y encontraremos todo muchísimo más fácilmente.
6. El óxido
El óxido es otro gran enemigo en las cajas de herramientas. En mi particular experiencia he observado que para evitar que invada todas nuestras herramientas es muy práctico y efectivo introducir con los utensilios una bolsa de arroz o de tiza. Estos materiales absorben muchísimo la humedad y nos ayudarán a evitar que se oxiden nuestros utensilios de trabajo.
Pues esto ha sido todo por hoy, manitas. Espero que os hayan parecido unos consejos interesantes y que, como siempre, si os han gustado los compartáis con vuestros amigos y conocidos para que ellos sepan también cómo mantener en buen estado su caja de herramientas y que nos dure mucho tiempo y hagamos con ella grandes y muchas reparaciones.
No olvidéis que podéis contactar conmigo a través del formulario de esta web y en mi página de Facebook donde resuelvo vuestras dudas y atiendo todo tipo de sugerencias sobre este blog y las reparaciones en Zaragoza.
¡Un abrazo y buen verano para todos!
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